La Junta Nacional de Justicia (JNJ) se encuentra en el centro de la polémica tras decidir mantener en el cargo a su presidente, Gino Ríos Patio, pese a que pesa sobre él una sentencia firme por violencia familiar en la modalidad de maltrato psicológico. La decisión fue adoptada por mayoría, con el respaldo de los magistrados María Cabrera, Jaime de la Puente, Víctor Chanduví y Cayo Galindo, mientras que solo Francisco Távara y Germán Serkovic votaron a favor de apartarlo.
Un blindaje cuestionado
La resolución fue interpretada por diversos sectores como un acto de blindaje institucional en favor de Ríos Patio. Esto a pesar de que el 25 de agosto la propia JNJ había abierto un procedimiento de vacancia contra su presidente, con el fin de determinar si había incumplido el requisito de idoneidad moral y transparencia exigido para integrar el organismo.
El proceso se originó tras revelarse que Ríos Patio ocultó la sentencia del año 2011 que lo declaró responsable de maltrato psicológico contra su entonces esposa, Obdulia Gildemeister.
Testimonios de violencia
En su testimonio ante la Comisaría de La Molina en junio de 2007, Gildemeister relató haber sido víctima de maltratos físicos y psicológicos reiterados. La denunciante señaló que incluso sufrió agresiones cuando su hijo tenía apenas seis meses de edad.
“Mi esposo me obligaba a renunciar a mi pretensión de solicitar alimentos. Como me negué, volvió una vez más con sus amenazas. Me dijo que si no renunciaba me iba a desgraciar y también a mis hijos. Que él no se iba a morir hasta no verme muerta primero a mí”, declaró entonces.
Este testimonio, junto con la sentencia firme, ha reforzado las críticas sobre la idoneidad de Ríos Patio para dirigir la JNJ, una institución llamada a garantizar los más altos estándares éticos en la administración de justicia y la carrera judicial.
Reacciones políticas y sociales
En el Congreso, legisladores como Flor Pablo, Susel Paredes y Héctor Acuña presentaron solicitudes de vacancia contra el presidente de la JNJ, a las que se sumaron colectivos como el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán y el Instituto de Defensa Legal (IDL).
Tras conocerse la decisión de blindarlo, la congresista Flor Pablo expresó su indignación:
“Es vergonzoso e indignante. La JNJ ignoró su propio precedente, cuando en el caso de Rafael Ruiz exigieron integridad y transparencia a sus miembros. Hoy deciden blindar a Gino Ríos pese a una sentencia firme por violencia familiar”.
Crisis de credibilidad
La ratificación de Ríos Patio no solo debilita la legitimidad de la JNJ, sino que también abre un nuevo frente de cuestionamientos hacia una entidad creada precisamente para garantizar la probidad y la independencia judicial.
Organizaciones feministas y de derechos humanos han advertido que este caso envía un mensaje negativo en la lucha contra la violencia de género, al mantener en un cargo clave a una persona sentenciada por este tipo de delitos.
El debate ahora se centra en el Congreso, donde podrían impulsarse nuevas iniciativas para revisar la permanencia de Ríos Patio y exigir mayor transparencia en la JNJ.
