“Cómo tú puedes ver, el último mensaje solo me han dejado en visto. Y ahí está la captura de un amigo que anteayer ha sido extorsionado. He mandado las evidencias al grupo y me han dejado ‘en visto’. Ahí están los pantallazos de (los mensajes) de amenaza y no hay resultados”, señaló en una entrevista con Latina.
Juan Pablo Fernández, desde diciembre del año pasado, es víctima de extorsionadores, quienes lo amenazan constantemente y le exigen fuertes sumas de dinero a cambio de no atentar contra su vida y la de su equipo.
Desde hace meses se creó un grupo de WhatsApp conformado por artistas y representantes del Mininter, donde los músicos envían pruebas de las constantes extorsiones que reciben. Sin embargo, sus mensajes solo han sido ignorados y dejados ‘en visto’.
Los artistas y promotores de eventos viven con miedo. La mayoría prefiere guardar silencio ante las constantes amenazas de extorsionadores. Meses atrás, un testimonio revelador expuso la cruda realidad: “Cuando hay un evento y el cantante está a punto de subir al escenario, los delincuentes lo llaman. En ese momento, el miedo se apodera de él y ya no quiere hacer su show”.
Esta situación se ha vuelto cada vez más común, dejando a la industria musical en jaque. El temor a represalias ha convertido los escenarios en territorios de incertidumbre, donde el arte y la música luchan por no ser silenciados por la violencia.