El alcalde de Miraflores, Carlos Canales Anchorena, manifestó que los vecinos que critican su gestión “no son técnicos” y que un grupo minúsculo busca generar conflictos y convocar plantones con el objetivo de promover su revocatoria.
A través de una entrevista para El Comercio, el político de Renovación Popular admitió que varias de las obras ejecutadas en Miraflores han generado molestias y dificultades para los ciudadanos. Sin embargo, deslindó responsabilidades al señalar que gran parte de los inconvenientes fueron causados por entes externos como Luz del Sur y Sedapal, cuyas intervenciones han afectado los cronogramas y la planificación de las obras municipales.

¿Por qué la gestión del Alcalde de Miraflores es tan criticada?
Uno de los temas más controversiales abordados en la entrevista fue el estado de la grúa que permanece en la bajada de Armendáriz, generando malestar no solo entre los residentes del distrito, sino también entre los miles de ciudadanos de Lima Metropolitana que transitan diariamente por la zona. La estructura lleva varios meses paralizada, convirtiéndose en un símbolo del desorden urbano.
Al respecto, Canales Anchorena explicó que la obra quedó inconclusa porque el contratista encargado no terminó su trabajo. A pesar de que la falta de control y supervisión por parte de la municipalidad ha sido duramente criticada, el alcalde aseguró que el proyecto cuenta con un 92% de avance. Esta afirmación no ha convencido a los vecinos, quienes denuncian que el espacio sigue en condiciones precarias y representa un peligro potencial.
Por otro lado, se le consultó por la situación del Puente Celeste, infraestructura que también ha generado polémica. El burgomaestre sostuvo que el plan integral de la obra quedó inconcluso por responsabilidad de la gestión anterior, ya que los recursos originalmente destinados a completar el proyecto fueron redirigidos al Parque Bicentenario.

A pesar de sus declaraciones, diversos colectivos vecinales han intensificado sus críticas en redes sociales. Según expresan, la actual gestión municipal carece de transparencia, presenta una planificación deficiente y ha demostrado poca capacidad para fiscalizar a las empresas contratistas.
Los cuestionamientos no solo provienen de los plantones organizados por el grupo que promueve la revocatoria. En foros ciudadanos y en sesiones del concejo municipal, cada vez más vecinos expresan su descontento con lo que consideran una gestión marcada por la improvisación.
Por su parte, el alcalde insiste en que los esfuerzos de su administración buscan “transformar Miraflores en un distrito moderno y seguro”, pero reconoce que el proceso ha venido acompañado de errores y desafíos que espera superar en lo que resta de su mandato.
En medio de este contexto, la discusión sobre el futuro político de Carlos Canales Anchorena queda abierta, con un sector de la ciudadanía evaluando la posibilidad real de impulsar su revocatoria en los próximos meses.