En una operación internacional coordinada entre la Policía Nacional del Perú (PNP) y la División contra la Ciberdelincuencia de Madrid, fue detenido en España Miguel Ángel Marín Morón, conocido como ‘Negro Marín’, señalado como uno de los principales cabecillas del crimen organizado en el país.
El Ministerio del Interior (Mininter) informó que la captura se concretó tras una alerta roja emitida por la Interpol, en la que se le acusa de sicariato, extorsión, organización criminal y lesiones graves. Marín es considerado una figura clave dentro de la red “Los Sanguinarios de la Construcción”, grupo delictivo responsable de múltiples actos violentos y extorsivos en Lima Norte.
Cabecilla de la mafia de la construcción y el transporte
Según la PNP, Miguel Marín lideraba una de las facciones más violentas de las mafias que operan en el rubro de la construcción civil y el transporte urbano. Su grupo imponía el cobro de cupos a empresarios, comerciantes y transportistas en zonas estratégicas de Lima y Callao.
Las investigaciones señalan que sus principales zonas de influencia eran Gamarra, Unicachi y Las Malvinas, importantes centros comerciales donde los empresarios eran obligados a pagar “cuotas de seguridad” bajo amenaza de agresiones o atentados.

El Ministerio del Interior confirmó que Marín mantenía una estrecha alianza con Adam Lucano Cotrina, alias ‘El Jorobado’, líder de la organización criminal ‘Los Injertos del Cono Norte’, quien actualmente cumple una condena de 15 años en el penal Ancón I.
A pesar de estar recluido, Lucano habría seguido coordinando las actividades ilícitas desde prisión, con la colaboración directa de Marín, quien actuaba como su operador externo. Ambos articulaban una red de cobros ilegales y sicariatos para consolidar el control de territorios en Lima Norte y Callao.
Rivalidad criminal y lucha por el control de Lima Norte
El detenido también figuraba como rival directo de Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’, otro cabecilla del crimen organizado capturado en Paraguay en septiembre de este año.
Fuentes policiales revelaron que las organizaciones de ‘Negro Marín’ y ‘El Monstruo’ sostenían una guerra violenta por el control del cobro de cupos en empresas de transporte y obras de construcción. Esta disputa habría generado múltiples enfrentamientos, ajustes de cuentas y asesinatos en distritos como Los Olivos, San Martín de Porres y Comas.
Tras la detención de Erick Moreno, la captura de Marín representa, según el Mininter, “un golpe aún más significativo en la lucha contra el crimen organizado transnacional”, ya que desarticula uno de los principales nexos operativos que mantenían las mafias peruanas con redes delictivas fuera del país.
Un delincuente con historial violento y conexión internacional
Los registros policiales indican que ‘Negro Marín’ acumulaba antecedentes por homicidio calificado, extorsión agravada y asociación ilícita. Se le atribuye haber ordenado ejecuciones de empresarios y dirigentes sindicales que se negaron a pagar los cupos exigidos por su red criminal.
Las autoridades españolas confirmaron que el detenido será sometido a un proceso de extradición hacia el Perú, donde deberá responder ante la justicia por los delitos imputados.
El Mininter destacó la cooperación entre la PNP, Interpol y la policía española, subrayando que este tipo de operativos refuerzan la estrategia del Gobierno peruano para combatir el crimen organizado a nivel global.
“Su captura representa un golpe contundente a las redes criminales que intentan operar desde el extranjero. La lucha contra la delincuencia organizada no tiene fronteras”, señala el comunicado oficial del Mininter.
El impacto de la captura en la seguridad nacional
Con la caída de ‘Negro Marín’, el Ministerio del Interior espera debilitar significativamente las estructuras criminales que operan en Lima Norte. Las autoridades indicaron que se continuará con la identificación de los remanentes de su organización, así como con la captura de otros integrantes prófugos.
El caso pone en evidencia la expansión transnacional del crimen organizado peruano y la necesidad de reforzar los mecanismos de cooperación internacional en materia de seguridad.

