Este 4 de abril se celebra el Día de la Cirugía Peruana, una fecha que rinde homenaje al trabajo incansable de los profesionales que, desde los quirófanos, salvan vidas y marcan un antes y un después en la salud de miles de peruanos.

Los cirujanos no solo realizan procedimientos complejos, sino que también contribuyen de manera activa a la investigación médica, la formación de nuevos profesionales y la mejora continua de los protocolos quirúrgicos en el país.

Un aporte esencial al sistema de salud

Según el Dr. Juan Carlos Galarza, cirujano general de EsSalud y docente universitario, el avance de la cirugía en el Perú ha sido significativo en los últimos años, gracias a la incorporación de nuevas tecnologías, como la cirugía laparoscópica y robótica, que permiten intervenciones menos invasivas y con una recuperación más rápida para los pacientes.

“Hoy en día podemos operar con mínimas incisiones, lo que reduce el dolor postoperatorio, disminuye los días de hospitalización y permite un retorno más rápido a las actividades cotidianas”, explicó Galarza en una entrevista para RPP Noticias.

Retos persistentes

Pese a los avances, aún existen desafíos importantes: la escasez de recursos en hospitales públicos, la centralización de servicios especializados en Lima y la falta de acceso quirúrgico en zonas rurales, donde los pacientes deben viajar largas distancias para ser atendidos.

“La cirugía no puede ser un privilegio de unos pocos, debe ser un derecho accesible para todos”, resaltó el Dr. Galarza.

Una profesión que exige vocación y precisión

Ser cirujano en el Perú requiere no solo conocimientos técnicos, sino también una gran vocación de servicio. Las jornadas pueden ser extenuantes, los riesgos elevados y las decisiones, muchas veces, determinantes para la vida de un paciente.