La investigación, publicada en el Journal of the American Medical Directors Association, encontró que incluso pequeñas cantidades de actividad física moderada a vigorosa pueden tener un impacto significativo en la reducción de estos riesgos.
El estudio evaluó los niveles de actividad de 89,667 participantes, analizando sus antecedentes médicos y demográficos. Los resultados indicaron que tan solo un minuto de actividad física moderada a vigorosa por semana se asoció con una disminución del 41% en el riesgo de demencia. Estos hallazgos respaldan la idea de que cualquier cantidad de ejercicio es beneficiosa para la salud cerebral.
Además de la prevención de enfermedades neuropsiquiátricas, el ejercicio regular ha demostrado mejorar la función cognitiva y la memoria. La actividad física promueve la neuroplasticidad, facilitando la formación de nuevas conexiones neuronales y mejorando la capacidad de aprendizaje. Estos efectos positivos se observan incluso con niveles moderados de ejercicio, como caminar o andar en bicicleta.
Es importante destacar que los beneficios del ejercicio no se limitan a la prevención de enfermedades. La actividad física también puede aliviar síntomas de afecciones existentes. Por ejemplo, se ha encontrado que el ejercicio regular puede reducir la actividad cerebral relacionada con el estrés, lo que a su vez disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas.
En resumen, incorporar actividad física regular en la rutina diaria puede ofrecer múltiples beneficios para la salud mental y física. Incluso pequeñas cantidades de ejercicio pueden tener un impacto significativo en la reducción del riesgo de desarrollar enfermedades neuropsiquiátricas y mejorar la función cognitiva general. Por lo tanto, es recomendable encontrar formas de mantenerse activo que se adapten a las preferencias y capacidades individuales.