Operativo policial “Cerrar la Mina” les cortó suministros y vías de acceso para obligarlos a salir.
Una drástica medida adoptó el gobierno de Sudáfrica como parte de su estrategia para eliminar la minería ilegal en su país con la puesta en marcha del operativo Vala Umgodi (‘Cerrar la Mina’) en la mina de Stilfontein, clausurada años atrás.
La estrategia consistió en interrumpir los suministros de provisiones que utilizan los mineros ilegales como la provisión de alimentos, agua y otras necesidades básicas para miles de personas que trabajan en el socavón de manera clandestina.
Durante las últimas semanas más de un millar de ilegales salieron a la superficie en diversas minas ubicadas en la provincia noroeste del país sudafricano. Según el relato de tres sobrevivientes exprofesamente rescatados, el cálculo estima que son cuatro mil las personas escondidas bajo tierra en condiciones infra humanas.
Al respecto, la ministra Khumbudzo Ntshavheni, portavoz del gobierno, declaró a los medios de comunicación que la actividad de estas personas es ilegal. “No vamos a enviar ayuda a criminales. Vamos a sacarlos de allí; ellos saldrán. A los criminales no se les ayuda. Nosotros no los enviamos allí”, sostuvo.
Por su parte, el vocero policial de la provincia del Noroeste, Sabata Mokgwabone, informó que más de un millar de mineros ilegales se vieron obligados a salir a la superficie en condiciones de debilidad, hambre y enfermedad tras pasar semanas sin acceso a los artículos de primera necesidad.
La presencia de mineros ilegales en minas clausuradas ha sido denunciada reiteradamente por las poblaciones vecinas porque incrementó notablemente la criminalidad de drogas, robos y violaciones, entre otros.
Cifras oficiales estiman que solo en la extracción de oro ilegal las pérdidas de la economía sudafricana bordean los 4 mil millones de euros lo que distingue a su país como una de las mayores fuentes de oro ilegal en el mundo.