El ministro de Energía y Minas, Jorge Luis Montero, es hoy el blanco de críticas por parte de dirigentes de la pequeña minería y la minería artesanal, quienes lo acusan de haber cambiado radicalmente de postura tras asumir el cargo. Un reportaje del programa Punto Final reveló que Montero participaba activamente en un chat grupal de WhatsApp llamado “MAPE”, conformado por 181 representantes del sector minero informal, cuando aún no era parte del gabinete de Dina Boluarte.
Este grupo, creado para debatir estrategias sobre el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), contó con la presencia de Montero desde el 7 de agosto de 2024, cuando fue presentado como un “especialista” en temas del sector. En múltiples intervenciones dentro del grupo, el ahora ministro mostraba una postura completamente distinta a la que defiende hoy desde el Ejecutivo.
En octubre de 2024, escribió: “No se puede derogar el Reinfo, mientras no tengamos una ley para la minería a pequeña escala y artesanal, verdaderamente funcional y que responda a la realidad”. Un mes después, el 18 de noviembre, advirtió sobre las consecuencias de una posible derogatoria del Reinfo sin una alternativa clara: “Salimos a advertir sobre los graves riesgos si se deroga el Reinfo sin tener una norma consensuada y reglamentada que lo reemplace”.
Además de defender abiertamente el Reinfo, Montero criticaba la falta de capacidad del Gobierno para atender al sector. En uno de sus mensajes más directos afirmó: “Lo que más preocupa es que el Ejecutivo no está en condiciones para asumir compromisos”. Incluso, propuso que el Banco Central de Reserva (BCR) compre oro a los pequeños mineros, reconociendo su rol en la economía informal del país: “El Perú es séptimo productor mundial de oro, sin contar el oro informal. Que el BCR compre el oro de la pequeña minería”.
Sin embargo, al asumir la cartera de Energía y Minas, Montero adoptó una línea oficialista, alineándose con las decisiones del Gobierno que afectan directamente a los pequeños mineros. Esta transformación ha generado rechazo y desilusión entre quienes lo veían como un aliado natural del sector.
Magno Palomino, presidente de la Confederación Nacional de Pequeña Minería y Minería Artesanal (Confemin), expresó su decepción: “No ha cumplido nuestras expectativas. Antes defendía la necesidad de una norma específica para el sector, pero ahora sus decisiones van en contra de los mineros artesanales”. Añadió que al inicio del mandato se tenía esperanza en su gestión, pero con el tiempo se ha convertido en motivo de frustración para el gremio.

La situación se agravó en marzo, cuando el Gobierno anunció la eliminación de miles de registros inactivos en el Reinfo, lo que generó protestas en varias regiones. Desde el mismo grupo de WhatsApp, varios integrantes le exigieron explicaciones: “Jorge Luis Montero, amigo, tienes que aclarar este asunto lo más pronto posible ya que se te puede venir un paro y movilizaciones fuertes”, advirtió un miembro del chat.
El cambio de discurso de Montero ha dejado una sensación de traición entre los pequeños mineros que esperaban reformas a su favor. Para muchos, este caso ejemplifica cómo ciertos funcionarios modifican sus principios y promesas al llegar al poder, afectando la ya frágil confianza de la ciudadanía en sus representantes.