Jorge Mario Bergoglio, más conocido como el Papa Francisco, nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina. Hijo de inmigrantes italianos, se formó como técnico químico antes de ingresar al seminario jesuita. Ordenado sacerdote en 1969, destacó por su sencillez y cercanía con los sectores más vulnerables, cualidades que marcarían su liderazgo dentro de la Iglesia.
En 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, fue elegido Sumo Pontífice, convirtiéndose en el primer Papa latinoamericano y jesuita de la historia. Desde el inicio de su pontificado, impulsó reformas en la Iglesia, promoviendo la transparencia en el Vaticano, el diálogo interreligioso y una mayor atención a los pobres y migrantes. Su estilo austero y su enfoque pastoral lo han convertido en una de las figuras más influyentes del siglo XXI.
Bajo su liderazgo, la Iglesia ha abordado temas cruciales como la crisis climática, la justicia social y la lucha contra los abusos. Encíclicas como Laudato Si’ y Fratelli Tutti reflejan su llamado a la solidaridad y el cuidado del planeta. Además, ha fomentado la inclusión y la misericordia, desafiando posturas conservadoras dentro de la institución.
A pesar de las resistencias internas, Francisco sigue apostando por una Iglesia más cercana a la realidad del mundo moderno. Su énfasis en el amor, la compasión y la justicia social lo han consolidado como un líder espiritual que trasciende fronteras y religiones.
Su pontificado continúa dejando huella, desafiando estructuras y acercando el mensaje cristiano a nuevas generaciones. A sus 88 años, el Papa Francisco sigue siendo un referente de humildad, diálogo y esperanza en tiempos de incertidumbre.