Mientras doña Dina continúa en su nuevo viaje a Europa, sucedieron tres hechos; a mi juicio, muy importantes; que, sin embargo, casi han pasado desapercibidos para los otrora “acuciosos” grandes medios de prensa; y, por tanto, para los ciudadanos que tienen a aquellos, como única fuente de información.
Efectivamente, el Poder Judicial dispuso el impedimento de salida del país, por el término de 18 meses del ex Ministro del Interior (formal y real super ministro, por la cantidad de visitas que continúa recibiendo en su nuevo Despacho, incluyendo al MININTER en funciones y Jefes Policiales, entre tantos otros funcionarios de “alto nivel”); que habría tenido como fundamentos los “graves y fundados elementos de convicción” presentados por el Ministerio Público que, no sólo comprometerían a Santivañez Antúnez en presuntos actos de corrupción, tanto en tráfico de influencias y obstrucción a la justicia en el denominado caso Cofre, que se habría utilizado para favorecer a Cerrón Rojas a burlar el cerco policial que, honestos policías, le habían tendido para su captura; sino que, podrían alcanzar a la propia Boluarte Zegarra, como mandataria de la república.
Asimismo, la Comisión de Fiscalización del Congreso aprobó el informe final de la investigación contra la presidenta Dina Boluarte por el denominado ‘Caso Cofre’, que indaga la presunta fuga de Vladimir Cerrón en un vehículo del Despacho Presidencial, recomendado la vacancia presidencial, teniendo como un argumento contundente que hubo actos de encubrimiento desde el Ejecutivo, al haberse negado el acceso a información clave como las rutas seguidas y las bitácoras del vehículo. Recordemos que esa investigación se inició un audio atribuido al oficial PNP Junior Izquierdo, conocido como ‘Culebra’, y al entonces ministro del Interior, Juan José Santivañez en el que; se señala que Vladimir Cerrón habría utilizado el vehículo presidencial para evadir un operativo policial y facilitar su fuga.
Han transcurrido varios días desde esos hechos; y, doña Dina (previsiblemente) lo mantiene en el cargo; sin que el Congreso de la República tome ninguna acción al respecto.
Y, como si ello fuera poco en una comunicación hecha pública por el cirujano plástico Mario Cabani, no solo desbarata los argumentos de negación de la cirugía estética de doña Dina; sino que efectúa graves imputaciones, como la ratificación de la declaración de la exasistente de la mandataria peruana, doña Patricia Muriano, quien ante la Fiscalía sostuvo que al menos tres decretos supremos que se publicaron en el diario oficial El Peruano llevaban una rúbrica que no era legítima de la jefa de Estado; llegando Cabani a señalar que “… no entiende el “poder de desdoblamiento en dos lugares”, pues asevera que la jefa de Estado estuvo internada en su clínica todo el 29 de junio del 2023 hasta el 30 del mismo mes. Además, advirtió que “nadie más pudo ingresar” al lugar donde la mandataria estuvo con reposo absoluto…”, lo que demostraría que el manejo del Estado bien podría desarrollarse; no desde Palacio de Gobierno; sino desde el jirón Azángaro.
Esta constante de medias verdades; y, más propiamente dicho mentiras resultan ser suficientes razones para que se produjese la vacancia presidencial por grave incapacidad moral; en razón que, la constante mentira así lo ameritaría, como lo ha reconocido el propio Defensor del Pueblo Josue Gutiérrez, quien hace poco parecía gran aliado de doña Dina y su entorno.
No obstante ello, lo más grave es que la eventual vacancia presidencial, que solo podría producirse si sus actuales ocasionales aliados grupos congresales, deciden bajarle el dedo, no traerían nuevos vientos; porque, la sucesión constitucional le correspondería al actual Presidente del Congreso, más conocido y recordado por su inacción en el caso de la investigación que tenía que profundizarse en el caso del asesinato de la ex trabajadora congresal Andrea Vidal; o, los cuestionados viajes al exterior; o, contrataciones de personal sin mayor mérito académico o experiencia; que, por tratar de levantar la (casi imposible) aceptación de ese poder del estado; temiendo mucho que, esa constante de gobernantes y parlamentarios continuará durante el próximo quinquenio; porque la mayoría de las organizaciones criminopolíticas autorizadas a participar, de seguro nos seguirán ofreciendo un vomitivo menú criminocratico; que impedirá un recambio con gente honesta y capaz; que, estoy seguro existe entre los más de 33 millones de ciudadanos.
