Una nueva controversia sacude la gestión de Rafael López Aliaga. Durante la reciente presentación de trenes urbanos promovida por la Municipalidad de Lima, un grupo de mujeres entrevistadas por Latina Noticias denunció que fueron trasladadas al evento sin saber su verdadero propósito. Las ciudadanas afirmaron que salieron desde el distrito de Chorrillos, convencidas de que participarían en un paseo recreativo hacia Chósica, pero terminaron como parte del público en el acto político desarrollado en el Parque de la Muralla, en el Centro de Lima.

“Nos dijeron que íbamos a pasear a Chósica, y nos trajeron acá, debieron decirnos las verdad ”, declaró una de las asistentes, visiblemente incómoda. Muchas de ellas se enteraron del verdadero destino ya estando en la zona del evento.

Este tipo de movilización ha sido identificado en el argot político como una “portátil”, es decir, una concentración de personas llevadas con el fin de aparentar respaldo ciudadano en actos oficiales. La situación ha generado cuestionamientos en redes sociales y llamados de atención desde sectores de la sociedad civil, que acusan a la comuna de manipulación y uso indebido de recursos públicos.

Uso de recursos municipales en la mira

Expertos en gestión pública y analistas políticos han advertido que este tipo de prácticas podrían incurrir en faltas administrativas, especialmente si se usaron buses municipales, personal o logística sin fines claramente justificados. Regidores del Concejo Metropolitano han pedido explicaciones formales y un informe que detalle cuánto costó el evento, cómo se coordinó la movilización de personas y con qué presupuesto se ejecutó.

En redes sociales, las imágenes del evento se viralizaron rápidamente, acompañadas de críticas y cuestionamientos a la forma en que la Municipalidad organiza actos públicos. Algunos usuarios denunciaron que no es la primera vez que ocurre una situación similar durante la gestión de López Aliaga, y exigieron que se prioricen verdaderos mecanismos de participación ciudadana, en lugar de actos simbólicos que buscan mejorar la imagen del burgomaestre sin un trasfondo de gestión real.

En medio del escándalo, aún se espera que la Municipalidad de Lima brinde una explicación clara sobre los hechos, detalle los recursos utilizados y especifique si se ha iniciado alguna investigación interna. Mientras tanto, el incidente ha puesto en tela de juicio el compromiso del alcalde con los principios de transparencia, buen uso de fondos públicos y respeto a los ciudadanos.