Este viernes 3 de octubre, una investigación periodista del semanario Hildebrandt en sus trece informó que el Papa León XIV decidió destituir al obispo Ciro Quispe López de la prelatura de Juli en la región de Puno tras ser acusado de mantener relaciones sentimentales con 10 mujeres.
En ese sentido, según el reporte periodístico, tras la investigación realizada desde Roma, se concluyó que la ahora exautoridad eclesiastica mantenía relaciones sexuales con féminas. Además, de ser acusado de estafa y corrupción.
Esta decisión del Vaticano no podría haberse realizado debido a que en julio de 2024, el periodista Kevin Moncada, del diario de Puno Sin Fronteras publicó un reportaje donde una exempleada del obispo denunció que Quispe López tenía “relaciones amorosas simultáneas con varias” mujeres.
No obstante, esta información no lo es todo, sino que según la denunciante, los encuentros entre el clérigo y las féminas se realizaban en las instalaciones de la prelatura de Juli.

Pruebas contra el ahora exobispo de Juli
La denunciante presentó una serie de audios, videos, fotos y chats donde las propias parejas del obispo le entregaron para que se corrobore la cercanía que tenía con Ciro Quispe.
Asimismo, se conoció que las relaciones carnales del obispo eran desde monjas y empresarias cusqueñas. Región donde nació el denunciado.
“Ay mi gorda, me da tanta pena. Ojalá que podamos tener días tranquilos, no voy a hacer nada esos días, me estoy programando para na no hacer nada. Te amo mucho, mi gorda preciosa, y espero que todo vaya bien, y mañana conversamos. Te amo mucho, mi gorda preciosa”, se escucha uno de los audios que la denunciante entregó al diario puneño Sin Fronteras.
El reporte periodístico de Hildebrandt en sus trece señala que el Vaticano recabe suficiente información para corroborar la denuncia realizada por la exempleada.
Obispo de Juli amenazó a exempleada
Ciro Quispe al tener conocimiento sobre el tema, se encargó de presentar denuncias por difamación contra la exempleada debido a que se encargaba de la limpieza de todo el lugar incluida de su habitación donde encontró cosas que no son propias de un obispo.
“Veía toallas higénicas, rastros de sangre en la cama, pelos de mujer en la ducha, latas de cerveza. Sus sábanas tenían manchas (…) Todo eso tenía que limpiar”, declaró la exempleada.
En esa línea, en plena pandema, la exempleada fue testiga de cómo Ciro Quispe habría embriagado a una menor.
“Una niña me dijo que una monja se había molestado con ella porque la encontró en el cuarto del obispo mientran tomaban vino”, agregó.
No la denuncia de la exempleada no es la única, otros trabajadores del obispado dieron una versión similar al periodista del diario puneño.
“Llevaba a las niñas con el cuento de practicar voces para los cánticos de las misas. Y cuando alguna se sentía mal por tomar el lícor, él les decía: ‘No se vayan, ¿cómo le van a dejar así al padrecito?”, sostuvo Moncada a H13.
Según la investigación, el sacerdote era minucioso con el cronograma de visitas al obispado con sus amantes ya que nunca coincidían.