El exministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Javier Demartini Montes, regresó al Ejecutivo tras ser designado asesor de Alta Dirección del Despacho de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). La decisión fue oficializada mediante la Resolución Ministerial N.° 216-2025-PCM, publicada el 1 de septiembre en edición extraordinaria del diario oficial El Peruano. El documento lleva la firma del presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, y marca el retorno de Demartini a un cargo de relevancia luego de su cuestionada salida del Midis.
Una designación polémica
La norma establece de manera clara: “Se resuelve designar al señor Julio Javier Demartini Montes en el cargo de asesor de Alta Dirección del Despacho de la Presidencia del Consejo de Ministros”. Con esta disposición, el exministro vuelve a ocupar un espacio dentro del Gobierno, aunque sobre él aún pesan investigaciones fiscales vinculadas al programa Qali Warma.
Demartini ocupó la cartera de Desarrollo e Inclusión Social desde el 10 de diciembre de 2022 hasta el 31 de enero de 2025. Su renuncia se produjo tras los cuestionamientos generados por los casos de intoxicación en escolares beneficiarios de programas alimentarios estatales. Luego de su salida, el Midis pasó a ser dirigido por Leslie Urteaga.
Investigaciones fiscales y presunta corrupción en Qali Warma
Cuando aún era ministro, la Fiscalía de la Nación dispuso diligencias preliminares en su contra por presunta negociación incompatible y obstrucción a la justicia. Según la hipótesis fiscal, Demartini habría favorecido a la empresa Gambrinus como proveedora de alimentos para los programas sociales entre 2024 y 2025.
En marzo de 2025, el juez supremo Juan Carlos Checkley rechazó el pedido de impedimento de salida del país solicitado por el Ministerio Público por un periodo de nueve meses. El magistrado argumentó que no existían elementos probatorios suficientes para sustentar la medida. Durante la audiencia, el exministro negó vínculos con los dueños de Gambrinus y descartó haber intentado influir en testigos.
Más allá de este caso puntual, las investigaciones sobre Qali Warma revelaron la existencia de una presunta red de corrupción institucional. Según la Fiscalía, proveedores como Frigoinca habrían entregado sobornos, manipulado contratos y evadido controles sanitarios, lo que derivó en intoxicaciones masivas en regiones como Puno y Cajamarca.

El caso Frigoinca y la muerte de Nilo Burga
Uno de los episodios más mediáticos fue el relacionado con la empresa Frigoinca. En octubre de 2024, un reportaje reveló que seis trabajadores del programa recibieron sobornos de la compañía para encubrir alimentos en mal estado. Tras la denuncia, el Midis separó a los funcionarios implicados y resolvió los contratos.
El 26 de diciembre de 2024, Nilo Burga, presidente ejecutivo de Frigoinca, fue encontrado sin vida en un hotel de Magdalena. La Fiscalía determinó que se trató de un suicidio por una herida en el cuello. Burga era investigado como presunto líder de la red de corrupción.
En enero de 2025, Elita Farro, pareja del empresario, declaró que Burga había dejado una carta a su abogado donde pedía verificar los productos de Frigoinca a través de un laboratorio acreditado. Este testimonio reavivó dudas sobre las circunstancias de su muerte y el alcance de la presunta organización criminal.
Testimonios que complican a Demartini
El caso tomó un giro en enero de 2025 cuando una testigo y aspirante a colaboradora eficaz aseguró que Carlos Guillén, allegado a los hermanos de la presidenta Dina Boluarte, habría buscado información sobre los implicados y evaluado la posibilidad de “sacar del medio” al entonces ministro Julio Demartini. Estas declaraciones generaron suspicacias sobre posible injerencia política en la investigación.
En paralelo, la Fiscalía investigó los contratos obtenidos por los hermanos Castro Yangali entre 2018 y 2024, por más de S/ 121 millones, cuando Fredy Hinojosa dirigía Qali Warma. También se incluyeron pesquisas por un presunto soborno de S/ 250 mil y se revisó si la entonces ministra Dina Boluarte habría favorecido a la empresa Belcen con contratos por más de S/ 10 millones.
Retorno al Estado y frustrada carrera diplomática
Antes de su nueva designación, Demartini fue considerado como posible embajador del Perú ante la Santa Sede, pero las investigaciones en curso frenaron dicha posibilidad. En los meses posteriores, se desempeñó como asesor en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), hasta que finalmente fue reincorporado al círculo más cercano de la Presidencia del Consejo de Ministros.
Su retorno a la PCM genera controversia, pues la imagen pública de Demartini quedó marcada por los escándalos de Qali Warma. Aunque él insiste en que las compras de alimentos se realizan de manera autónoma, sin intervención directa del Midis, la Fiscalía lo investiga por presunta omisión de funciones, negociación incompatible y obstrucción a la justicia.
Un escenario abierto
El nombramiento de Julio Demartini plantea preguntas sobre el manejo político del Ejecutivo en medio de investigaciones sensibles que involucran a altos funcionarios y empresarios. Mientras el caso Qali Warma y Wasi Mikuna sigue en proceso, con allanamientos y detenciones en varias regiones, el regreso del exministro a la PCM alimenta el debate sobre la idoneidad de los asesores estatales y los criterios de selección de cargos de confianza.
Por ahora, la resolución ministerial que oficializa su designación es plenamente válida y ejecutable, aunque el desenlace judicial de las investigaciones será determinante para definir si su permanencia en el cargo resulta sostenible en el tiempo.