Una investigación de Ojo Público reveló que el suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP) Joe Erik Torres Lovón, quien es investigado por su presunta responsabilidad en la muerte del joven cusqueño Rosalino Flores, fue pasado al retiro de la institución. Sin embargo, su destitución no se debió a la grave acusación en su contra, sino a una falta administrativa: su ausencia de ocho días consecutivos en su unidad.

A pesar de la gravedad del caso y de la investigación en curso, Torres Lovón no fue separado de la PNP por el presunto asesinato de Flores, sino por haber incumplido sus deberes disciplinarios. Mientras tanto, permanece prófugo desde hace más de un año, sin que las autoridades logren dar con su paradero.

El caso de Rosalino Flores generó gran indignación en la opinión pública, y la falta de sanciones directas por parte de la PNP contra Torres Lovón por este hecho ha sido duramente cuestionada. A más de un año de su desaparición, su paradero sigue siendo un misterio, dejando en evidencia las dificultades del sistema para hacer justicia en casos de presunta violencia policial.