Escribe: Tito Barreda
Se podría pensar que el objetivo de vida de Juan José Santiváñez Marín era, desde hace mucho tiempo, destruir al coronel PNP Harvey Colchado Huamaní. La misión se la encargó Dina Boluarte Zegarra y la ambición de Juanjo no tuvo límites. Se puso anteojeras y corrió desbocado. Al fin de cuentas, Colchado representa todo lo que aborrece y desprecia. Un par de caminos que, estando muy distantes, se encontraron en un recodo. Echemos un vistazo.
Uno
Hay dos Juan Josés: el papá Juan José Marcelino; y el hijo, Juanjo, para decirlo con cariño y abreviado. Aunque es obvio, ambos son Santivañez. El apellido materno de Juan José es Marín; la madre de Juanjo se apellida Antúnez.
Juan José fue policía (de la Guardia Republicana) y el hijo siempre quiso serlo. El papá aspira ser general PNP y para lograrlo tiene un proceso judicial abierto, aunque suspendido (dice) porque el hijo, Juanjo, es hoy por hoy el ministro del Interior del Perú. Esto es, el jefe de los policías.
Juanjo abrió los ojos en el cielo jesusmariano el 21 de noviembre de 1977. Inquieto y polémico ingresó a la Universidad San Martín de Porres para estudiar Derecho en su sede de Javier Prado y luego continuó en la Universidad Nacional Federico Villarreal. Ya con el título en el bolsillo y la diploma colgada en la pared encontró contactos en el Ministerio del Interior. La sede de Limatambo se constituyó en su segundo hogar y no demoró en convertirse en profesor de oficiales la Escuela de Posgrado de la Policía Nacional del Perú y hasta se codeó en el despacho ministerial como asesor externo de la Comisión para el Plan Estratégico Mariano Santos.
Dos
Tres años antes de la venida al mundo de Juanjo, había nacido Harvey Julio Colchado Huamaní, el 11 de abril de 1974, también hijo de policía de la Guardia Republicana del Perú. Harvey ingresó a la Escuela de Oficiales de la Policía días antes de cumplir los 19 años. Meses atrás, el 12 de setiembre de 1992, había caído Abimael Guzmán Reynoso y el país intentaba salir de la zozobra, el miedo y la inseguridad.
En 1996, Harvey Colchado se graduó tercero de la promoción Los Amautas, y al año siguiente, ya como alférez, ascendido el 1 de enero de 1997, ingresó a trabajar en la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote), la Dirección Antidrogas (Dirandro) y la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri).
En casi 20 años, Colchado logró escalar sus ascensos, peldaño tras peldaño: en enero de 1997 fue designado alférez; ascendió a teniente el 1 de enero de 2000; a capitán el 1 de enero de 2003; mayor el 1 de enero de 2008; a comandante el 22 de marzo de 2012, y a coronel el 2 de noviembre de 2016.
Tres
Mientras tanto, Juan José Marcelino Santivañez, tomó de mala gana la reunificación de la policía peruana dispuesta por Alan García el 6 de diciembre de 1988, mediante Ley 24949. A la Guardia Republicana la conocían como ‘código 3’ y luego pasó a llamarse oficialmente como “Policía de Seguridad”, para luego formar parte de la Policía Nacional del Perú.
El dato es que Juan José Marcelino llegó a ser jefe de los “Llapan Atic”, grupo antisubversivo de los exguardias republicanos que estuvo en primera línea en la lucha contra Sendero Luminoso. Es más, el periodista Ricardo Uceda, en su libro ‘Muerte en el Pentagonito’ lo mencionaría bajo el apelativo de “El chito”, oficial que dirigió un batallón de policías con pasamontañas y a caballo en las localidades de Chaupimarca, Yacón, Paucar y Yangalán (Huancayo, Huánuco, Ambo y Tingo María)
En el 2002, cuando Juanjo sumaba sus 25 años, papá Santivañez asumió la dirección del Penal de Lurigancho. Dejó el cargo presionado por una serie de denuncias contra los internos, extorsiones y abuso de autoridad.
Razones parecidas lo apartaron de la comandancia de la Región Policial de Tacna. El 11 de setiembre de 2007, Carmen Valdez Ferreyra, concesionaria de la cafetería de la Comandancia General de la PNP en Tacna denunció a Santivañez Marín por negarse a seguir atendiendo a sus invitados gratuitamente. “Los hechos se suceden diariamente y Santivañez nunca ha cancelado su cuenta desde que asumió el cargo como jefe policial, dice la denuncia asentada en el folio 07-718 que acusa a Santivañez por agresión física y abuso de autoridad ante el Ministerio Público.
A pesar de ello, Juan José Marcelino no se amilanó y se prometió: seré general de la Policía. Y, aunque no fue parte de la propuesta técnica del ministerio acudió a los pasillos judiciales. (‘Tranqui, apá, yo mismo soy…’)
El 29 de enero de 2005 Santivañez Marín presentó una medida cautelar solicitando que se ordene su inscripción en el Cuadro de Mérito de la Policía Nacional del Perú en el grado de General de la Policía Nacional del Perú “con todas las prerrogativas, beneficios, honores y remuneraciones correspondientes a dicho grado en la Policía Nacional del Perú. La demanda recayó en el expediente Nº 2006-46466-71-1801-JR-CI-09.
Así, el 29 de abril de 2008, la Resolución Nº 12 del Noveno Juzgado Especializado en lo Contencioso-Administrativo de la Corte Superior de Justicia de Lima, a cargo de la magistrada Alicia Salinas Larriviere, decretó el ascenso provisional del coronel Juan José Santivañez Marín al grado de general de la Policía Nacional del Perú y “apercibió al Ministerio del Interior y a la Dirección General de la Policía Nacional para el cumplimiento de la medida cautelar”. La jueza notificó la medida el mismo día que fue suspendida en el ejercicio de sus funciones por la Oficina de Control de la Magistratura (Ocma).
Meses después, en junio, la jueza Salinas Larrivieri, intentó corregirse y declaró “como un error subsanable o vicio procesal que afecta el debido proceso cautelar y que merece ser corregido de inmediato (…) a fin de evitar cualquier perjuicio o nulidad posterior”. Es decir, yo no dije lo que dije y, además, un error lo comete cualquiera.
Cuatro
A sus 37 años al abogado Juanjo no se le escapaba una y asumió la defensa de Rosita de los Milagros Pino Ponce, buscada por estafa por el FBI en el Perú. Conocida como Rosita Vílchez, Estados Unidos pedía su extradición acusándola de estafa y fraude bancario. Luego de una audiencia en la Sala Penal de Mujeres de Chorrillos Juan José fustigó desde RPP: “No existen medios probatorios idóneos u objetivos que la inculpen”. Santivañez junior se puso serio y condenó el “irregular” allanamiento y descerraje de la vivienda de Rosita ordenada por un juez de La Molina y Cieneguilla. Cosas de la vida.
En mayo 2020 la pandemia nos encerró pero Juanjo, enfundado en su KN95, se la jugó por el General PNP Héctor Javier Petit Amésquita, entonces director de Administración de la Policía Nacional del Perú.
El 7 de abril la Fiscalía Suprema Militar Policial abrió investigación preliminar contra el general Petit por la irregular adquisición de mascarillas y alimentos para la PNP durante el estado de emergencia, a propósito de la pandemia del Coronavirus. ¿El monto? Diez millones de soles. Se le investiga, además, por la compra de ranchos fríos a 87 cada uno. Y para colmo, la empresa que vendía los alimentos está registrada como comercializadora de neumáticos.
Juanjo no se amilanó y deshojó margaritas hasta que su amigo y colega de enseñanza en la Escuela de Oficiales de la PNP, Gastón Rodríguez Limo, fue designado por Martín Vizcarra como ministro del Interior. Rodríguez Limo se puso el fajín ministerial el 24 de abril, Juanjo lo miró con envidia pero no le duró mucho: el 3 de mayo su amigo lo designó como Jefe de Gabinete de asesores del Mininter.
Lamentablemente no pudo celebrar ni organizar su hora loca, Juan José Santivañez Marín renunció dos días después abrumado por la evidencia que demostraba sus extraños pasos como abogado defensor de policías acusados de corrupción y extorsión. Se frotó las manos: “I shall return” (Volveré), se dijo recordando a Douglas MacArthur.
En el sur peruano, el 13 de diciembre de 2019, el Teniente EP Kristian Borja Portugal, jefe del Batallón de Intendencia de la Tercera División del Ejército, fue detenido en Arequipa por pertenecer a la supuesta organización criminal Los Capos del Diésel, integrada por 27 oficiales de la institución castrense. Borja Portugal es hijo de la vicegobernadora regional de Taca, Magda Portugal Copaja.
Juanjo se acomodó los lentes, asumió la defensa, y el 23 de diciembre de 2020, antes de reclamar su pavo, interpuso una demanda de habeas corpus a favor de Kristian Borja Portugal contra los integrantes de la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima Sur por la Resolución 22 del 27 de diciembre de 2019 que declaró fundado la prisión preventiva de 24 meses contra Borja Portugal por los delitos de asociación ilícita y otros. El TC declaró nula la resolución de la Corte Superior y todo lo actuado y ordenó admitir a trámite la demanda de habeas corpus. Juanjo sonrió.
Cinco
El 30 de noviembre de 2015, el exministro Carlos Morán escribió un artículo en IDL Reporteros titulado “La DEA entra en escena” donde recuerda su paso como Jefe de la División de Investigaciones Especiales de la PNP (Divinesp) en el 2006.
“A principios del 2006 envié a Tingo María al entonces capitán PNP Harvey Colchado y al suboficial Giovanni Marcelo para conseguir información sobre el accionar de los ‘organismos generados’, gremios cocaleros y agrupación de familiares que apoyaban a las huestes de ‘Artemio’; y la forma como los narcotraficantes locales financiaban sus actividades.
Identificó a 48 personas involucradas directamente en actividades apoyo y financiamiento, gracias a la interceptación telefónica y el manejo discreto de testigos con claves y bajo la supervisión de la Fiscalía Especializada.
El trabajo permitió diseñar y ejecutar el operativo conjunto PNP-EP en agosto de 2007 conocido como “Huracán 2007” en el Valle del Monzón, Tingo María, Aucayacu, Huánuco y Lima, que golpeó la principal fuente de financiamiento de los senderistas”.
Seis años después, el 12 de febrero del 2012, en Tocache, región San Martín, el Departamento D de la División de Investigaciones Especiales de la Dirección Antidrogas (Dirandro) de la PNP capturó a Florindo Eleuterio Flores Hala, conocido como el camarada Artemio, dice la Nota Mininter 217-2018:
La operación estuvo comandada por el general Vicente Romero Fernández como jefe del Frente Policial Huallaga y formaron parte del equipo los mayores Harvey Colchado ‘René’ y Walter Lozano ‘Bica’, ambos agentes de la Dirandro.
“Estuvimos seis años golpeando al terrorismo en el Alto Huallaga. No solo fue ‘Artemio’, también en los años previos capturamos a mandos como el camarada Mono, Tigre, Dante, Sergio, entre otros. Fue un trabajo que consistió en debilitar la parte financiera al golpear a narcos y cocaleros con dos megaoperativos denominados Huracán (2007) y Eclipse (2010). Los fuimos dejando solos, ya no tenían apoyo de los gremios cocaleros y se quedaban sin dinero”, recuerda el coronel Harvey Colchado.
El sabueso policial fue convocado por la fiscal Marita Barreto en el 2014. El trabajo articulado permitió investigar al famoso “Clan Orellana”, conocido como la organización criminal más grande de la historia del país. El Ministerio Público solicitó el 5 de marzo de 2019, 35 años de prisión para la cúpula que logró amasar más de 540 millones de soles durante 12 años de operaciones ilícitas.
La organización estaba constituida por 382 investigados, involucró 438 inmuebles, incautó casi tres millones de soles, 19 vehículos de alta gama, 362 joyas valorizadas en 256 mil soles y bienes muebles por más de 121 millones. Tras cuatro años de investigación policial Colchado y sus agentes capturaron a Rodolfo Orellana Rengifo en Colombia y a su hermana Ludith en Huaral el 13 de noviembre de 2014.
Seis
Bajo el cielo chalaco, la Segunda Sala Penal de Apelaciones Permanente de la Corte Superior de Justicia del Callao, condenó en abril 2021, a cuatro años de prisión efectiva a Vladimiro Macote Ascue (49), comisario de la dependencia PNP de Carmen de la Legua por llevarse a su domicilio cinco neumáticos donados para la comisaría.
Juanjo, como abogado, presentó un recurso de agravio constitucional ante el Tribunal Constitucional en el Expediente 00436-2022-HC/TC que lo declaró improcedente el 21 de julio de 2023.
El 5 de diciembre de 2008, la Policía capturó a los generales PNP José Figueroa Gonzáles y Dwingt Vásquez acusados de pertenecer a la organización criminal “Los Intocables Ediles”, liderada por el exalcalde de La Victoria Elías Cuba, acusado por delitos de corrupción de funcionarios, colusión y cobros indebidos. La banda obtuvo ganancias anuales superiores a los 25 millones de soles por el cobro de parqueo y estacionamiento en el emporio comercial Gamarra y el Mercado de Frutas. El inquieto Santivañez asumió su defensa.
En marzo de 2022 el Cuarto Juzgado Penal de la Corte Superior Nacional condenó a 35 años de prisión al excomandante de la Policía Raúl Prado Benavides por liderar un Escuadrón de la Muerte al interior de la PNP entre los años 2012-2015. Juanjo asumió su defensa administrativa, demandó al Ministerio del Interior y a la Inspectoría de la Policía, exigió medio millón de soles como reparación, además de su reincorporación y ascenso. Prado Benavides está prófugo desde el 2022, Juanjo admitió haber sido su abogado hasta 2023.
Lo irónico es que, ya siendo ministro, el bonachón Juanjo autorizó al Mininter para que asuma el costo de la defensa legal de Raúl Prado por 50 mil soles, en noviembre de 2024. En total fueron 34 contratos, por un monto de dos millones de soles, para la defensa de los integrantes del escuadrón de la muerte.
Siete
El 15 de marzo de 2024 se perdió el libro de ocurrencias del domicilio de la presidenta Dina Boluarte y apareció, horas después, en los jardines del zanjón Luis Bedoya Reyes. Al día siguiente, Juanjo Santivañez renunció a la jefatura del Gabinete de Asesores del ministro Víctor Torres, previamente declaró en RPP que era “extraña” la desaparición del cuaderno.
Quince días después, el ministro Víctor Torres Falcón recogió sus cosas del escritorio y Walter Ortiz Acosta acomodó las fotos de su familia. El 4 de abril, Juanjo le agradeció por reponerlo como jefe de gabinete de asesores del Mininter. 13 días después, el miércoles 17, volvió a abrazarlo: lo habían nombrado como flamante viceministro de Orden Interno del Mininter.
El general retirado PNP Walter Ortiz Acosta, duró 46 días en el cargo. Se apresuró en renunciar a la cartera luego de una serie de cuestionamientos por la pretendida desactivación de los policías del Equipo Especial contra la Corrupción en el Poder (Eficcop).
Ocho
En el 2016, bajo la tutela del ministro del Interior Carlos Basombrío, y durante el régimen de Pedro Pablo Kuczynski, los coroneles René y Bica crearon la División de Investigaciones de Alta Complejidad (Diviac). René era el apelativo de Harvey Colchado y Bica el sobrenombre de Walter Lozano. Ambos tenían la aureola de dirigir operativos en el Alto Huallaga que capturaron al líder senderista Florindo Eleuterio Flores, “Artemio”, en el 2012 y la derrota de Sendero en dicha región.
El año anterior, 2015, el coronel Colchado inició la investigación de personas vinculadas al Movadef que organizaban marchas, protestas y desórdenes callejeros para debilitar la democracia en nuestro país.
Las múltiples acciones de seguimiento, vigilancia y escucha de sus comunicaciones alcanzaron el éxito el 2 de diciembre de 2020 con el Operativo Olimpo que capturó a 77 personas que se infiltraban en las organizaciones sociales para politizar sus reclamos y azuzarlos en las violentas protestas.
Anteriormente, en julio de 2017, el juez Richard Concepción Carhuancho dictó 18 meses de prisión preventiva para el expresidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia acusados por el fiscal Germán Juárez Atoche y la investigación policial de la Diviac de lavado de activos por los aportes que recibió el Partido Nacionalista para las campañas presidenciales de 2006 y 2011.
Aquel 25 de julio de 2017, La Fiscalía Especializada en Criminalidad Organizada del Callao emitió la disposición Nº1 que encargó al grupo policial Constelación el levantamiento del secreto de comunicaciones del caso “Las Castañuelas de Rich Port”. Fue el primer paso que destapó el famoso caso “Los cuellos blancos del puerto” integrada por jueces que integraban una organización delictiva liderada por César Hinostroza, Walter Ríos, entre otros.
Harvey Colchado obtuvo nuevos adversarios que se volvieron enemigos. “¿Qué somos una policía política? Filmamos a Artemio con dirigentes cocaleros cuando querían crear partidos políticos. Detuvimos a Nancy Obregón en la época que estaba como presidente el señor Humala. Señores, la Diviac investiga a presuntos delincuentes por corrupción. ¿Qué culpa tenemos nosotros de que las personas que están vinculadas a la política hagan actos de corrupción? Estamos cumpliendo nuestra función”, dijo el coronel al portal Convoca, el 12 de setiembre de 2018.
El 10 de octubre de 2018 el juez Richard Concepción Carhuancho, titular del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria ordenó la detención de Keiko Fujimori y otros, por presunto lavado de activos, conocido como el caso Cocteles. “Señores Diviac, háganse cargo”, dispuso. Y el equipo de Harvey Colchado ejecutó la orden. Los naranjas lo maldijeron. Keiko salió al mundo, esposada y con chaleco de detenida.
Seis meses después, el 17 de abril de 2019, los agentes de la Diviac fueron hasta San Antonio, Miraflores, al domicilio de Alan García. El juez Juan Carlos Sánchez Balbuena dispuso su detención preliminar por diez días, acogiendo el planteamiento fiscal de José Domingo Pérez. García los recibió, volvió a su dormitorio y se disparó. Los apristas maldijeron a Harvey Colchado y se la juraron.
La Comisión de Defensa del Congreso citó a Colchado y otros efectivos para que expliquen el operativo y su fatal desenlace. El oficial de la Policía tuvo un áspero cambio de palabras con los congresistas Carlos Tubino, fujimorista, y el aprista Jorge del Castillo.
“Desde el día que intervenimos a la señora Keiko Fujimori por su presunta participación por el Caso Cócteles, el congresista Tubino se ha empecinado en calificar a la Diviac como una ‘policía política’. Eso no es verdad”, dijo a La República. “Es imposible que actuemos como policía política porque nosotros no hacemos ninguna investigación si no hay una carpeta fiscal”, señaló luego de asistir al Congreso de la República.
Al año siguiente, 2020, con Francisco Sagasti en palacio, Rubén Vargas Céspedes, como ministro del Interior, el Teniente General César Cervantes como Comandante General de la Policía y el general Óscar Arriola, como director de la DIRCOTE, Colchado Huamaní asestó un duro golpe a las filas terroristas durante la madrugada del 2 de diciembre.
Más de 750 efectivos de la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE) y de la División de Investigación de Alta Complejidad (DIVIAC) en coordinación con la Dirección de Inteligencia del Ejército (DIE) y la Tercera Fiscalía Supraprovincial participaron en este operativo contra el Ejército Guerrillero Popular, Filas Proletarias, Movimientos Jóvenes del Pueblo y Movimiento Hijas del Pueblo. Capturaron a 72 personas.
El 1 de marzo de 2021, 96 de 161 agentes de la Diviac fueron cambiados a otras unidades por el comandante general de la PNP, Gral. César Cervantes. Involucraron a Colchado en una investigación de la Inspectoría institucional por supuestos malos manejos en un peritaje realizado por la Diviac a las empresas de Antonio Camayo, uno de los principales implicados en el caso Cuellos Blancos.
Colchado no era jefe de la Diviac porque estaba estudiando en el Programa de Alto Mando de Orden Interno en la Escuela de Posgrado de la PNP. No importó. ¿Qué había pasado? El asunto es que el coronel Martín Gonzáles ‘Conejo’ fue denunciado por Colchado por pretender cobrar un millón 700 mil soles como recompensa para un informante del caso Cuellos Blancos, ocurrido en febrero de 2018. La Digimin del Conejo Gonzáles cobró mucha fuerza durante el gobierno de Sagasti.
Martín Gonzáles Sánchez fue designado el 21 de setiembre de 2021 como Director General de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior por el titular Juan Carrasco Millones, ministro de Pedro Castillo.
Harvey Colchado y Martín Gonzáles trabajaron juntos en la investigación del caso Los Cuellos Blancos del Puerto. En aquella oportunidad la fiscal Rocío Sánchez asignó al “Conejo” como jefe de la División de Búsqueda de la Digimin, las tareas de seguimiento y vigilancia de objetivos y al coronel Colchado, a cargo de la División de Investigación de Alta Complejidad (Diviac) la verificación de la información y obtener las evidencias. La falsa recompensa que Conejo inventó y la decisión de Colchado de no permitirlo rompió la cercanía que tenían ambos. Conejo buscaría su venganza.
Al año siguiente, 9 de agosto de 2022, Colchado lideró un allanamiento en Palacio de Gobierno a cargo del fiscal Hans Aguirre buscando a Yenifer Paredes, sobrina del presidente Pedro Castillo, sin lograrla ubicar. Yenifer Noelia Paredes Navarro se entregó a la fiscalía al día siguiente y fue conducida a las oficinas de la Diviac para que cumpla la orden judicial de 10 días de detención preliminar. La orden de allanamiento provino del juez Raúl Winceslao Justiniano Romero, titular del Octavo Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional.
El general PNP Segundo Mejía Montenegro, director de Inspectoría, nombrado por Castillo, citó a Harvey Colchado para que explique una denuncia que se habría extralimitado en sus funciones durante el operativo. Colchado advirtió a que familia Castillo eran sus nuevos enemigos.
Ocho días después, 17 de agosto, Eduardo Pachas abogado de Pedro Castillo, presentó una demanda de habeas corpus que pretendía apartar al coronel Colchado de la investigación contra la cuñada/hermana del presidente y el 24 solicitó a la Inspectoría General de la Policía la apertura de un proceso disciplinario contra Harvey Colchado por vulnerar la investidura presidencial y pidió: “al culminar el mismo se imponga la sanción de muy grave, en consecuencia, su pase al retiro de forma inmediata”.
Poco antes del mediodía del 7 de diciembre de 2022, Pedro Castillo concluía la lectura de un mensaje al país que leyó durante diez minutos desde Palacio de Gobierno. Anunció un golpe de estado. Poco antes de las dos de la tarde, 101 congresistas vacaron a Castillo, la Policía lo capturó y lo trasladó a la Prefectura de Lima. Minutos después, Harvey Colchado y el coronel Walter Lozano, custodiaron al expresidente y a su abogado Aníbal Torres. Castillo hojeó una revista, no pudo mirarlo a los ojos.
Nueve
El 16 de mayo de 2024 Juanjo no cabía en sí. Juramentó, abrazó a Dina, posó para la foto oficial y sumió la barriga. “Me han sacado gordo”, se quejó luego. “Por la patria, Dios y la familia policial”, y se sintió todo un policía, un Llapan Atic, un todopoderoso. “Pá, no pude ser policía, pero soy el jefe de todos ellos”, sollozó.
¿Un chifita? Sale, en el Wing Xiang Yuan de San Borja. ¿El de Aviación? Ajá, ahí nos vemos. El capitán PNP Junior Izquierdo invitó a Juanjo para agasajarlo como ministro. “Culebra” era su nombre de pila. Eran muy amigos, pese a ello, Culebra preparó la grabadora y se puso el saco.
Mientras esperaban el Tallarín Samsi, la Balsamina en Chino kukua, el Banmi con Gaunan, y el Mapo Tofu, Juanjo se soltó. Tenía mucho que contar: “Para subir todo vale hermano. La presidenta me preguntó ¿Usted puede desactivar la Diviac? Sí”, recordó entre carcajadas. “A los días, doctor ¿qué pasó? ¿No me dijo que podía desactivar Diviac? No, no se puede. Es una unidad orgánica”, y volvieron las carcajadas.
Diez
Todavía no se puede determinar si Juanjo firmó la Resolución Ministerial 1526-2024-IN el mismo 16 de diciembre de 2024 según advierte la resolución pero pocas veces había disfrutado tanto. Los 18 párrafos estaban endulzados y heladitos como para la ocasión.
“Se resuelve: Artículo 1.- Pasar con fecha 1 de enero de 2025 al Coronal de Armas de la Policía Nacional del Perú Harvey Julio COLCHADO HUAMANÍ, de la Situación Policial de Actividad a la Situación Policial de Retiro, por la Causal de Renovación de Cuadros por proceso regular; de conformidad con los fundamentos expuestos en la parte considerativa de la presente resolución”.
Juanjo aspiró y cerró los ojos. Firmó con solemnidad. “Está servida señora, acabo de suscribir la resolución”, musitó. El silencio en el auricular se quebró con un ‘gracias’ muy bajito, casi susurro. Desde entonces las vidas de Juanjo y de Harvey se han vuelto dependientes la una de la otra: Juanjo lucha por limpiar su imagen, Harvey está dedicado a salvar su honor.
Once
En la madrugada del domingo 16 de marzo un grupo de sicarios baleó el ómnibus de la orquesta de cumbia Armonía 10 luego de un concierto en San Juan de Lurigancho. Uno de los cantantes, Paul Flores García, recibió dos tiros que acabaron con su vida. El mismo día, Susel Paredes, congresista del Bloque Democrático Popular presentó la moción 16182 pidiendo la vacancia de Juanjo. El lunes 17, Diego Bazán de Renovación Popular dejó en Mesa de Partes el documento 16191, y Jaime Quito, de la Bancada Socialista hizo lo propio con la moción 16195. El ministro estaba contra las cuerdas.
Para enfriar el aceite que hierve en la sartén Juanjo pidió presentarse en el congreso para mover sus hilos. Habló casi 40 minutos el jueves 20 en el Palacio Legislativo y al final pasó a un salón, se reunió con un grupo de parlamentarios, pidieron sanguchitos y cerraron la puerta.
“Deje de disfrazar sus fracasos” respondió Harvey Colchado en su cuenta X. Santiváñez exigió reformar el sistema de justicia, por lo que el experto en inteligencia policial se preguntó: “Ahora promueve una reforma del sistema de justicia. ¿Qué? ¿La dirigirá su estudio Santiváñez & Abogados con su historial de defensa a miembros de organizaciones criminales?”.
El viernes 21 de marzo, a mediodía, 79 congresistas marcaron a favor de la censura del ministro del Interior. Dina intentó comunicarse con sus pares del Legislativo para salvar a su “achi wawa” (ahijado, en español), pero no le alcanzó. “Quiero agradecer de corazón a nuestro ministro Santiváñez y seguramente pondremos ante este ministerio a otro ciudadano valiente como él para que enfrente no solo al crimen organizado, a la delincuencia común, sino también para ordenar como debe de ser un ministerio que estaba capturado por las fuerzas oscuras”, dijo la presidenta, con aire de velorio.
Mientras Harvey dudaba entre un ceviche o un chifa, Juanjo timbró a su mentora: ‘Hasta luego señora presidenta’. No te despidas Juanjo, nos vemos pronto. A Morgan Quero se le escapó una sonrisa. El premier Gustavo Adrianzén trató de no mirarlo.