Botafogo venció 3-1 al Atlético Mineiro en el Monumental de Buenos Aires.
Apenas sonó el pitazo inicial, a los 35 segundos, Gregore, defensa del Fogao, propinó un impresionante patadón en la cabeza del argentino Fausto Vera del Mineiro, y se fue con la primera roja.
Así, el Mineiro, con la superioridad de contar con un hombre más buscó el primer tanto que asegure la tranquilidad y el triunfo. Pero a los 35 minutos, Luiz Henrique metió un bombazo en el área y la hinchada del Fogao estalló. Botafogo comenzó a acariciar la copa.
Faltando segundos para que acabe la primera mitad, el mismo Luiz Henrique porfió una pelota en el área rival que obligó al portero John Everson a cometer falta, el VAR la confirmó y Telles marcó el 2-0. El camerino tenía que decidir entre el Fogao con dos goles de ventaja y un hombre menos, o el Mineiro buscando la remontada con tres tantos obligados.
Y parecía que se podía lograr con el cabezazo del chileno Eduardo Vargas en el primer minuto. Mineiro se acercó pero el golero del Botafogo, Alexander Barboza, dijo no y echó candado a su arco. El juez cedió siete minutos adicionales y fue Junior Santos, del Fogao, quien pintó el milagro con un golazo que selló la suerte. La primera vez de Botafogo en coronarse campeón de la Copa Libertadores. Era su obsesión.