El Papa Francisco, fallecido este Lunes de Pascua a los 88 años, eligió un destino muy distinto para su descanso eterno. En un gesto fiel a su estilo humilde y cercano, será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, y no en la tradicional Basílica de San Pedro, rompiendo con más de un siglo de costumbre papal.
Papa Francisco: Un deseo anunciado con antelación
Desde marzo de 2023, Francisco había dejado claro su deseo de reposar en un lugar distinto. En su autobiografía Esperanza, publicada en enero de 2025, el Pontífice reveló su voluntad de ser enterrado junto a la estatua de la “Regina della Pace”, en Santa María la Mayor, una iglesia que consideraba refugio espiritual y símbolo de su devoción mariana.
“No seré enterrado en la Basílica de San Pedro, sino en Santa María la Mayor”, escribió. Allí, según relató, había rezado más de cien veces durante su pontificado.
Incluso durante su delicado estado de salud en 2023, tras una larga estancia en la Clínica Gemelli, Francisco pidió detener su trayecto de regreso al Vaticano para rezar brevemente frente a esta iglesia.
Un último viaje simbólico
Santa María la Mayor, situada en el corazón de Roma y a pocos kilómetros del Vaticano, es una de las iglesias más antiguas del cristianismo, famosa por sus mosaicos del siglo V y por ser lugar de peregrinación obligado. Aunque pertenece al Estado Vaticano como posesión extraterritorial, su ubicación urbana la convierte en un símbolo de cercanía con el pueblo.
Con esta decisión, Francisco se convierte en el primer Papa en casi 150 años que no será sepultado en San Pedro. El último antecedente fue el de Pío IX, trasladado posteriormente a San Lorenzo Extramuros.
Papa Francisco: Un funeral sin pompa, como cualquier cristiano
Fiel a su estilo sobrio, el Papa argentino también decidió que su funeral no incluirá los elementos tradicionales del protocolo vaticano: no habrá catafalco, plataforma dorada ni ataúdes triples (ciprés, plomo y roble). Su deseo fue claro:
“Con dignidad, pero por lo demás como cualquier cristiano normal, porque el Obispo de Roma es pastor y discípulo, no un poderoso de este mundo”, dijo Francisco.
Francisco también expresó su intención de que el funeral fuera simple y litúrgicamente apropiado. Esta línea fue impulsada tras el funeral de Benedicto XVI, en 2022, el cual sirvió como modelo para una ceremonia papal más sobria.
Una decisión comunicada a su estilo
El anuncio sobre su lugar de entierro no fue realizado mediante un documento oficial ni una declaración solemne. Lo reveló de forma natural en entrevistas, especialmente en una con la emisora suiza RSI, en la que reiteró su deseo de que los funerales papales fueran “más sencillos y litúrgicamente coherentes”.
